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El laberinto y el camino de la vida: Solvitur Ambulando

Por Marina Randich

«Solvitur ambulando», se resuelve caminando.

El laberinto de la Catedral de Chartres es un símbolo antiguo (probablemente fue construido en torno al siglo XII o principios del XIII) que ha sido utilizado a lo largo de la historia como herramienta para la meditación. Si bien no está directamente relacionado con el coaching moderno, se pueden establecer algunas conexiones entre el laberinto y las prácticas de coaching.

«Solvitur ambulando» significa «se resuelve caminando». Algunas cuestiones, problemas o conflictos pueden aclararse o encontrar solución simplemente caminando o moviéndose físicamente. Caminar proporciona espacio para la claridad mental y la creatividad, lo que puede conducir a la resolución de problemas o a la comprensión de situaciones complejas.

El laberinto y «solvitur ambulando»: el acto de caminar por un laberinto como el de la Catedral de Chartres, es una práctica que ha sido utilizada a lo largo de la historia como una forma de reflexión y búsqueda espiritual. Al caminar por el laberinto, nos ponemos en actitud de escuchar, tenemos la oportunidad de desconectarnos de las distracciones externas, centrarnos en nuestra respiración y movimiento, y permitir que la mente se relaje, abriéndose a nuevas perspectivas.

El proceso de caminar por el laberinto, «solvitur ambulando», nos ofrece un espacio físico y mental de descanso o de pausa, para reflexionar sobre cuestiones personales, tomar distancia de un dilema, y ganar perspectiva. El laberinto se convierte en un lugar simbólico, metafóricamente, estamos también escalando hacia la cima de la montaña «interior». Aplicamos el principio de «solvitur ambulando» para regalarnos a nosotros mismos la comprensión que necesitamos, ir al encuentro de nuestra paz interior.

*El laberinto es distinto del ‘maze’ (que ofrece muchos caminos sin salida) sino que es ‘unicursal’, hay una vía única que conduce al centro, y se vuelve por la misma vía hacia la salida.


El laberinto de Chartres puede ser utilizado en el contexto del coaching:

  1. Autoexploración y reflexión: Al caminar por el laberinto, a menudo experimentamos un sentido de pausa y reflexión. En el coaching, los clientes también son guiados a través de un proceso de autoexploración para identificar sus valores, metas, fortalezas y áreas de desarrollo.
  2. Claridad y enfoque: El camino único del laberinto puede representar un enfoque claro y directo hacia un objetivo. En el coaching, los clientes a menudo buscan claridad y enfoque en sus objetivos y acciones, y el proceso de coaching puede ayudarles a encontrar el camino más efectivo para alcanzar esos objetivos.
  3. Superación de obstáculos: Al caminar por el laberinto, las personas pueden enfrentarse con giros y vueltas que simbolizan los desafíos de la vida, que parecen alejarnos de nuestro centro. En el coaching, los clientes trabajan para identificar y superar obstáculos que puedan estar impidiendo su progreso hacia sus objetivos.
  4. Paciencia y perseverancia: Caminar por un laberinto requiere paciencia y perseverancia, ya que puede tomar tiempo llegar al centro. En el coaching, los clientes aprenden a ser pacientes consigo mismos y a perseverar a pesar de los obstáculos y contratiempos.
  5. Integración y crecimiento personal: Al llegar al centro del laberinto, las personas a menudo experimentan un sentido de integración y paz. En el coaching, los clientes trabajan para integrar nuevas perspectivas y habilidades en sus vidas, lo que les permite crecer y desarrollarse personalmente.

Si bien el laberinto de la Catedral de Chartres es una herramienta antigua y espiritual, sus principios pueden ser aplicados de manera metafórica en el proceso de coaching moderno para ayudarte a explorar, reflexionar y avanzar en tu camino hacia el crecimiento personal y profesional.